Ya me he asentado (más o menos) en Barcelona. Eso sí, no he parado desde que llegué. Es algo así como que mi vida es un completo caos x_x. Y las clases ya están avanzando y esas cosas. Aún no he tocado los apuntes para estudiar (sí, la semana pasada he empezado y ¡ya debería haber al menos ojeado los apuntes!) porque es que no he tenido tiempo y ya hemos dado un porrón de cosas.
Ya mi habitación es una habitación de verdad, fuimos a comprar al Ikea muebles y bueno, ahora me encanta como ha quedado porque antes daba pena... Si os preguntáis si había visto la habitación o no... pues sólo en fotos porque no vine aquí hasta hace una semana y poco. Pero vamos, que ya es todo muy femenino y a mi gusto.
Algo que no he dejado y que si me seguís es ¡el reto de las sentadillas! Es más, no sé si lo habéis leído que, además, hago abdominales. Así no sólo me enfoco a los glúteos, sino también a otras zonas del cuerpo.
En fin, me gusta Barcelona, pero lo que no me gusta es el precio de la tarjeta de transporte público. ¡Es caro a morir! ¿Dónde quedan las tarjetas que yo usaba para el bus en Pamplona? ¡Que allí me costaba al menos 70 céntimos! En fin, paro de quejarme porque... ¡Barcelona mola mil! (excepto el transporte que es caca).
Dejando a un lado las quejas, aquí os dejo unas fotos que me sacó mi amigo Ser cuando fuimos a dar un paseo a Montjüick el domingo. Hacía un calor que nos moríamos, pero como por la noche refresca muchísimo, pues no tuvimos más remedio que llevar abrigo.
Aquí os dejo algunas fotillos.
Con lo bonito que tiene que ser con la fuente funcionando pero por desgracia, no había agua. :(
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